En estos tiempos en los que las maestras y maestros enfrentamos el reto promover el aprendizaje auténtico sin importar hora ni lugar, surgen preguntas importantes: ¿Cuál es la mejor manera de involucrar a los niños en el aprendizaje a distancia? ¿Cómo podemos apoyar a los padres en su papel de facilitadores del aprendizaje en casa?
El aprendizaje a distancia requiere que conceptualicemos las actividades académicas de tal manera que exista un balance entre las actividades independiente y las tareas guiadas. Es decir, deseamos que los niños tengan acceso al aprendizaje enfocado e independiente, pero también buscamos dar ideas para actividades guiadas en las que los padres, tutores, y los pequeños sigan aprendiendo juntos y desarrollando el lenguaje en casa.
Una manera de reforzar las conexiones entre los símbolos (letras y palabras) y los objetos y acciones que éstos representan es creando un alfabeto en casa. No es necesario comprar nada. Lo único que tenemos que hacer es pedir a las familias que identifiquen organismos vivos y objetos inertes que puedan conectarse con cada letra del alfabeto. Y lo que es mejor…éste puede crearse en inglés o en cualquier otro idioma que se hable en casa. Echémosle un vistazo a tres estrategias que nos permiten llevar a cabo esta actividad con o sin acceso a dispositivos móviles.
Utilizando Tabletas para Capturar Imágenes
Si se tiene acceso a una tableta, una manera de crear una versión digital de un alfabeto generado por la familia es utilizando herramientas tales como Google Photos. Primero, presiona el ícono o la aplicación de Google Photo y crea un álbum. Luego, dale un título como “Alfabeto de la Familia García” o “Alfabeto de Carmen”. Posteriormente, toma una foto que corresponda a cada letra del alfabeto. En esta temporada, podemos aprovechar que las flores silvestres están en todas partes para salir y aprender al aire libre. Una vez que los niños empiecen a observar las flores, es muy probable que noten otras cosas, como los insectos, las partes del cuerpo de un insecto, etc. Es como crear tus propias tarjetitas digitales. Una vez que terminen, padres e hijos podrán utilizar el álbum de fotografías para repasar todas las palabras oralmente. Recordemos que para los pequeños, la repetición del vocabulario relacionado con un tema de interés para ellos es clave si deseamos que eventualmente utilicen las palabras apropiadamente.
Figure 1. “A” es para El altramuz de Texas
2. Cajas Alfabéticas
Si no tenemos acceso a una tableta o los padres de familia prefieren trabajar con una copia en papel del alfabeto, podemos sugerir que localicen una copia de una caja alfabética en el internet (entra a Google y busca caja alfabética o alpha box). Ciertas actividades, como tomar un lápiz o crayón para trazar letras o dibujos, ayudan a los niños a desarrollar habilidades y destrezas motrices. Así, los niños gradualmente se dan cuenta de que las palabras, las frases, o las oraciones pueden escribirse. Para lograrlo, se anima a los padres a que guíen a sus hijos/as al utilizar cada cuadrito de la caja alfabética para escribir una palabra y el dibujo correspondiente. Si pasamos tiempo en la cocina, por ejemplo, el refrigerador puede ser una fuente de innumerables imágenes como la leche, la mantequilla, las tortillas, los huevos, las sodas, el pan. Luego, una vez que decidamos salir de casa, podemos encontrar organismos/objetos tales como una roca, un chapulín, una flor, un árbol, y una casa.
Figure 2. “C” es para “Casa”
3. Libro Alfabético
Los niños entre 4 y 6 años quizá prefieran utilizar una página entera para cada letra del alfabeto. Esto hace que los libros alfabéticos sean el formato ideal para un alfabeto generado por la familia. Por ejemplo, si tomamos un paseo en el parque, la familia puede capturar acciones tales como andar en bicicleta, volar (pájaros), o comer. No es necesario seguir un orden específico. Es decir, si sólo es posible terminar una parte del alfabeto en el parque, podemos continuar en casa el día siguiente. Animemos a los padres para que busquen oportunidades de agregar palabras nuevas o dedicar 10 minutos sólo a la actividad del libro alfabético como parte de las rutinas diarias. Es importante seguir el ritmo natural del aprendizaje tal como se presente. Quizá el primer día solo se terminan 5 letras con sus dibujos. Si continuamos de manera consistente, en un periodo de dos semanas es probable que lo terminemos.
No olvidemos que el aprendizaje debe ser divertido. Los padres y sus hijas/os pueden tomar turnos identificando objetos e imágenes para cada letra del alfabeto. Luego, cuando una vez terminado, se pueden incorporar extensiones como un juego en el que dividamos cada palabra en sílabas y demos una palmada por cada sonido o utilicemos los dedos para contar las sílabas aprovechando para repasar la conexión entre letra y sonido.
¡A los niños les encantará!
About the Author:
María G. Arreguín-Anderson, Ed.D. is an Associate Professor of Early Childhood and Elementary Education at the University of Texas at San Antonio. Her research and publications focus on cooperative learning in dyads and elementary science education in dual language environments. For several years, Dr. Arreguín-Anderson has been involved in leadership positions at local, state, and national organizations that advocate for bilingual learners.
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— Pearson PreK12 (@PearsonPreK12) March 25, 2020